Markus Reugels es el autor de estas fotografías tan sorprendentes. Su dedicación es capturar con ayuda de una paciencia admirable los juegos que producen las gotas de agua en su choque contra otras superficies del mismo elemento.
Lo que empezó como un hobby para este alemán de 33 años se ha convertido en una profesión bien remunerada, dejando de lado su anterior trabajo como ebanista. No sólo emplea agua sino otros líquidos como leche y pintura. Del mismo modo añade colorantes para aumentar los efectos fotográficos.
No obstante, esto no es el tema de la entrada sino el artículo publicado por el XLSEMANAL el 4 de septiembre de este mismo año, escrito por Fernando González Sitges. En él, las fotografías de Reugels se emplean como apoyo en una reflexión sobre el agua en nuestro planeta.
Algunos de los datos escalofriantes son:
- Un europeo gasta al día 200 litros de agua, de los que únicamente bebe 2.
- Un norteamericano duplica el gasto (una media de 400 litros diarios).
- El grueso de la población mundial (países subdesarrollados) sobreviven con 19 litros diarios.
La población mundial crece a un ritmo frenético (83 millones de habitantes al año) y el agua con la que contamos es la misma. Además, nos empeñamos en contaminar el agua de ríos y embalses. Pero, no sólo debemos pensar en el agua que bebemos pues el agua también se utiliza para la producción de alimentos (2/3 del agua potable).
Es gracioso saber como los científicos emplean, por no decir malgastan, gran parte de su tiempo en descubrir como en nuestros planetas vecinos el agua yace congelada a la espera de que los viajes espaciales nos permitan cargarnos también esos planetas. Mientras aquí la mayor parte de la población se dedica a guerrear o morir por esta escasez inevitable. ¡En qué cabeza cabe que seamos capaces de viajar por el espacio y no seamos capaces de solucionar esta desagradable situación!
¿Será el siglo XXI el testigo de esta dramática escasez para los seres humanos? Como siempre, toca esperar a sabiendas que de toda el agua del planeta el 97% es salada y del 3% restante, a penas el 1% se encuentra en estado líquido. Opino que como mínimo deberíamos ser más consecuentes y reírnos menos de las medidas excéntricas de Carlos de Inglaterra, como poner botellas en las cisternas con el fin de evitar su completo llenado y así ahorrar 1,5 litros cada vez que tiramos de la cadena.
Las fotografías son increíbles. ¿Es agua? La luz, el color, las formas. Y tu reflexión sobre el artículo sobre el tema, estremecedor. Pero ¡qué mal hacemos las cosas a veces!
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