sábado, 17 de diciembre de 2011

Exposición - Miguel García Lisón

Miguel García Lisón (1941 - 2004), nació en Zaragoza y se trasladó muy pronto a Benicarló con su familia. Estudió arquitectura en Barcelona y Valencia y desde entonces ha sido arquitecto y sobretodo restaurador, catedrático de Universidad, reconocido pintor y dibujante, Presidente del Centro de Estudios del Maestrazgo, impulsor y director de importantes actividades académicas y culturales y autor de numerosas publicaciones.
Entre su obra como arquitecto podemos destacar la restauración del santuario de Nuestra Señora La Virgen de la Peña (Huesca), el santuario de Nuestra Señora de la Fuente de la Salud (Castellón), o el de la iglesia parroquial y del castillo de Peñíscola.  Además, ha realizado conferencias en España, Italia, Túnez y Venezuela. Por último, Entre los premios que recibió podemos citar el premio de pintura Joan Miró y el premio de investigaciones históricas Ciudad de Benicarló.
En este caso decidí ir a ver una exposición en mi pueblo, Vinaròs, ya que me apetecía ver una exposición de un artista que, aunque fuese menos conocido, hubiese sido más cercano a mi pueblo. Se trata de unos dibujos que el artista realizó sobre la arquitectura de pueblos del Baix Maestrat. Aquí los cuadros están expuestos sobre un panel con el fondo gris sobre una pared roja. La iluminación es tenue y casi insuficiente.
Vemos dibujos de algunos edificios antiguos de Vinaròs, Benicarló, Cálig, Peñíscola, la Vall de Benifassá, etc. que forman parte de esta exposición en memoria al Miguel García, que murió a una edad relativamente temprana. Sus dibujos están muy relacionados con su profesión de arquitecto restaurador. En la mayoría de sus obras sigue el mismo esquema: dibuja el alzado de una casa y luego analiza su planta y su relación con el entorno. Pero no solo hablamos de edificios, también se interesa por profesiones ligadas a su tierra como la del pocero.
Desde el punto de vista de una estudiante de arquitectura, resulta curioso ver este tipo de obras, que son un reflejo de la profesión del artista. Para un espectador no especialista pueden resultar unos dibujos un tanto monótonos. Sin embargo para alguien que tenga conocimientos de arquitectura le permiten adentrarse en el pensamiento de este artista y entender su forma de concebir la restauración de un edificio.

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