Alguien me dijo alguna vez que una imagen vale más que mil palabras. Puede ser que este vídeo sea un claro ejemplo de como emocionar al personal.
Sin embargo, tras superar el shock emocional me han dado ganas de escupir piojos al advertir que el anuncio era de una compañía farmacéutica. Con razón pueden pagar a los mejores publicitas del mundo para que hagan estas maravillas que atentan contra la integridad moral de las personas.
Por último, os dejo otro anuncio que, bajo mi punto de vista es pura poesía. Aparece un ojo llorando constituido a base de carburadores y pistones y demás elementos de un motor de coche. Aunque las lágrimas me saltan también a mi cuando te enteras del precio del Audi que te venden.
Es verdad, podríamos ser muy críticos con las empresas farmacéuticas,pero hay que reconocer que el anuncio es conmovedor...sobre todo ese agradecimiento susurrado por la madre. Audi suele tener una publicidad fantástica que apela a las emociones.
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